Cuando las cosas se ponen mal en el trabajo, apartas la mirada de la pantalla del ordenador y te imaginas en un bonito lugar del mundo donde las preocupaciones no pueden alcanzarte.Cuando viajas desconectas de los problemas, conoces a gente genial, disfrutas de paisajes espectaculares o ciudades interesantes e históricas, degustar platos de gastronomías sabrosas y distintas, experimentas… Vives.
El ser humano nació y evolucionó como nómada y es algo que quedó grabado a fuego en nuestro ADN. Moverse es evolucionar y evolucionar es vivir. Viajar es vivir.
Bueno, entonces, ¿qué esperas para dar un golpe en la mesa y hacer tus sueños realidad?

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